La Importancia de la Identidad

Saber que formas parte de una gran familia es fundamental para entender quién eres y cuál es tu lugar en el mundo. Conocer tus orígenes, recordar a tus abuelos y explorar más allá de ellos, te permite conectar con algo mucho más grande que tú mismo. Esta búsqueda de identidad y raíces trasciende el ámbito personal y se convierte en un puente hacia la comprensión de nuestra esencia como seres humanos.

Cuando nacemos, nuestro entendimiento del mundo es limitado. Al principio, solo distinguimos el día de la noche, y vivimos en un estado constante de expectación por lo nuevo. Recuerdo que, a la edad de tres años, una de las cosas que más me emocionaba era escuchar a mi papá, Don Gilberto Limón Tapia,  preguntándome: “¿Cuántos años tienes, muchacho?” Decirle con orgullo “TRES” mientras mostraba mis deditos era un momento lleno de significado, cargado de amor y conexión. Desde ese instante, comencé a intuir que mi existencia formaba parte de algo más amplio.

A medida que crecemos y empezamos a razonar, nos asaltan preguntas más profundas: “¿Quién soy?” y “¿De dónde vengo?” Estas preguntas me llevaron a descubrir a personas que se identificaban como mis abuelos y tíos, guardianes de historias que me conectaron con mis raíces. También me llevaron a los libros, con lecturas fascinantes como las fábulas de Esopo y “Las mil y una noches”, que despertaron en mí una curiosidad por explorar mi historia familiar.

Don Gilberto Limón Tapia

Tuve la suerte de conocer a Don Manuel Santiago Corbalá Acuña, mi abuelo, un destacado historiador y escritor originario de Álamos. Aprendí sobre los Limón y los Tapia, familias oriundas de San Miguel de Horcasitas, Sonora, muchos de cuyos miembros participaron en la fundación de San Francisco, California, en los Estados Unidos. Estas historias no solo me dieron un sentido de pertenencia, sino que también me enseñaron que mi identidad está profundamente conectada con las generaciones que me precedieron.

Don Manuel Santiago Corbalá Acuña

Conocer mi identidad y mis ascendientes ha sido un proceso transformador. Me ayudó a entender que no somos entes aislados, sino que formamos parte de un linaje lleno de historias y aprendizajes. Saber de dónde vienes te llena de gratitud y de un cariño especial hacia quienes vinieron antes que tú, abriendo caminos y dejando huellas que hoy nos guían.

Descubrir tu esencia trae consigo paz y una visión más clara del mundo. Este tipo de reflexiones no siempre son posibles en las etapas más tempranas de la vida; solo se alcanzan con serenidad y madurez. Sin embargo, el esfuerzo por desentrañar nuestro pasado vale la pena, pues en ese proceso encontramos las claves para entender nuestra manera de ser y nuestro propósito en la vida. Cada fragmento de historia, cada nombre en el árbol genealógico, es un testimonio vivo de que somos parte de algo mayor. ¡Y esa es, quizá, la mayor riqueza que podemos poseer!

Gilberto M Limón Corbalá

Fundador de LIDERATIUMCOM

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