Por: Ivonne Badallo Cabrero
¿Por qué desarrollar y actualizar las habilidades de liderazgo? Con la incorporación a las empresas de los Millenials con el cambio de siglo y de los Centennials durante la segunda década del siglo XXI; es necesario. Son generaciones que presentan características diferentes a los de sus antecesores, la generación X; ya que prácticamente nacieron con un dispositivo electrónico en la mano; lo que cambia su forma de ver la vida, de actuar, y hasta su química cerebral. La conectividad la traen en su ADN; Son creativos, autodidactas, multipantallas y multitareas. Todo un reto para la gestión de equipos de trabajo tradicional.
Son completamente globalizados; es decir, los jóvenes occidentales se identifican con los mismos valores. El mundo les parece chico e interactúan constantemente con gente de todo el mundo.
Lo anterior, aunado a la revolución de la tecnología, que actualmente se encuentra en su 4° revolución tecnológica (4.0), que busca transformar a las organizaciones en inteligentes, e incluye aspectos como la automatización, el Big Data y la información en la nube, entre otras cosas; que impactan directamente en la gestión de procesos, y por lo tanto, en las personas; por lo que es imposible continuar con antiguos patrones de liderazgo, ya que al ser más auto-dirigidos, las nuevas generaciones tienden a rechazar dichos estilos; lo que crea conflictos, retardos, errores y otros problemas similares, que hará que lograr los objetivos en tiempo y forma, sea más complicado de lo que se había pensado.
El mundo se ha globalizado en todos aspectos, no solo en el intercambio comercial y de tecnología, sino, como lo decíamos anteriormente, en valores, actitudes, aptitudes y en la cultura en general. Lo que sucede en otros países repercute en mayor o menor medida, para bien o para mal en todo el mundo. Si las empresas e instituciones de un país quieren participar en la nueva economía global, deberán adaptarse a los retos e innovaciones que esta presenta, y hacerlo de una manera integral, es decir, adaptar sus procesos y tecnología, así como su cultura, clima organizacional y valores de trabajo, lo que conlleva obviamente, a cambios en el estilo de liderazgo, que es la gran amalgama de los procesos de trabajo de una organización.
No debe confundirse liderar con administrar, coordinar o gestionar. No todo el que realiza dichas funciones es un líder, ni todos los líderes están ejerciendo un puesto de autoridad. El liderazgo es el que hace que las cosas funcionen y salgan como se esperan. Se es un verdadero líder cuando logras inspirar a las personas y contagiarles entusiasmo por lo que hacen.
Muchos jefes o gerentes logran obtener buenos resultados de sus subordinados, a base de autoritarismo, temor y condicionando posibles beneficios para ellos. Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es: ¿Logran buenos resultados gracias a su estilo de liderazgo, o a pesar de este? Lo que nos lleva a la siguiente pregunta:
¿Serían aún mejores los resultados si el estilo de liderazgo no fuera autoritario y si las personas trabajaran sin miedo?
Ser un gran líder, que inspira y al que se respeta, más que se le teme, es poco visto en las instituciones latinoamericanas. Solemos conocer historias de grandes líderes que inspiraron a millones de personas, como Martín Luther King, Mahatma Ghandi o Nelson Mandela, entre otros; desgraciadamente, son los menos. Si quieres ser un gran líder, que inspire y sea respetado, para obtener los mejores resultados con eficiencia y eficacia, deberás hacer, al igual que el resto del mundo, un cambio desde tu interior, cambiar tu visión del mundo, tus paradigmas sobre liderazgo y tal vez, cuestionarte a ti mismo. En mi experiencia, lo que sostiene en gran medida a los sistemas de trabajo y sus resultados, es el estilo de liderazgo y las actitudes de las personas. Hoy por hoy, va adquiriendo más valor la inteligencia emocional, que la inteligencia intelectual. De lo contrario se convierte en algo así como usar a las personas y ser usado por las personas. Un simple intercambio de intereses. El desarrollo Humano, es lo que hace perdurar a las organizaciones.
Ivonne: Experta en Desarrollo Humano con Maestría en Administración y Alta Dirección. Especialista en desarrollo de Capital Humano y Liderazgo
Maestra titular de LIDERATIUM.com