Por MBA Abdala Hallack
Formar parte de un equipo de campaña es un privilegio, siempre y cuando los líderes y colaboradores de campaña tengan muy en claro que los procesos y las acciones que se lleven a cabo estén planteadas y ejecutadas de una manera responsable, organizada y real; en otras palabras “los pies bien puestos en la tierra sin dejar de mirar al horizonte o meta”.
Situaciones y razones por las cuales las campañas puedan fallar o tener resultados adversos son muchas, pero entre las más importantes o a las que se les debe prestar atención en todo momento y al comenzar la planeación o camino al “Día D” son las siguientes:
- La falta de capacitación o suponer que todo se sabe o todo se domina dentro del esquema de campañas es un veneno para la estructura y la correcta toma de decisiones.
- Las campañas electorales se renuevan constantemente y por ende se relacionan con los cambios tecnológicos, legales, organizacionales, administrativos, políticos, sociales y culturales de un estado, zona, región o ciudad.
Todo comienza con buscar un equipo de confianza, con experiencia probada y mejores habilidades duras y blandas; solo que, la confianza puede quebrarse, la experiencia solo sirve como referente y no es una constante ante los cambios y velocidad en la que vive nuestra sociedad; y las habilidades no se heredan ni se transfieren, se aprenden y se aplican.
Es sumamente importante tener en cuenta que el respeto es primordial y se gana; pero nadie, nadie, absolutamente nadie lo sabe todo en campañas; las tendencias pueden cambiar e inclusive dar un golpe de timón y tener el viento y marea en contra en cuestión de horas o días.
“Antes como antes, ahora como ahora”, actualizarse no es opcional es una obligación y máxime en campañas políticas. El voto duro NO es tan duro y las tendencias pueden ser cortinas de humo; como ejemplo podemos tomar las pasadas elecciones presidenciales en México, donde Andrés Manuel López Obrador jalo los votos a favor del Partido MORENA en un bloque, esto significó que una parte muy importante del electorado votara o cruzara las boletas por un Partido indistintamente de quienes fueran los candidatos por puesto, “voto en bloque”.