Por: Ivonne Badallo Cabrero

Alrededor del tema de liderazgo existen  varios mitos, de los cuales vamos hablar a continuación.

Mito 1: Es líder quién tiene un puesto de autoridad.

Una cosa es la autoridad y otra muy diferente es el Liderazgo.  La persona que tiene autoridad puede ser Líder, solo si logra inspirar y ser respetado por su equipo de trabajo.  De no ser así, solo se tratará de autoridad  y del  miedo a las  posibles consecuencias en caso de  no respetarla.    Al Líder, en cambio, se le respeta cuando demuestra  que  sabe, que puede y que  además tiene la humildad de continuar aprendiendo, de enseñar a otros, y sobre todo, pone el ejemplo al trabajar,  un líder es capaz, en un momento determinado y si es  necesario, de “ensuciarse” las manos  como un miembro más del equipo de trabajo.

En conclusión: la autoridad no hace al líder.

Mito N° 2:  El  carisma hace al Líder.

El carisma es el don de caer bien y ser de alguna forma atractivo a otras personas.  Tal vez atraigas a mucha gente hacia ti y puedas tener una gran cantidad de amigos, Sin embargo, en la historia, ha habido grandes líderes que no son muy carismáticos. Por supuesto que es importante  que un líder demuestre gran energía, sea entusiasta y dinámico, pero  su fuerza como líder nace más bien de su visión, de su  fuerte creencia en un objetivo y   de su capacidad para expresar esa convicción y contagiarla.

Si se le da una posición de liderazgo a una persona, basados exclusivamente en su carisma, se podría caer en un error, tal y como sucedió en  un grupo, dónde escogieron al más carismático; él demostró al poco tiempo, que trabajaba de forma mediocre, todo a última hora y sin  planeación alguna, lo que ocasionó que sus “seguidores” dejaran de  verlo como a un líder. 

Conclusión ser carismático ayuda, pero no te hace un  líder.

Mito 3.  El  conocimiento y la inteligencia te hacen  líder.

El poseer un alto IQ  y  bastos conocimientos  sobre uno o varios temas, así como poseer  gran  experiencia, no forzosamente te hacen líder. El ejemplo más claro lo tenemos en el  personaje de Sheldo Cooper en la serie de television The Bing Ban  Theory.  Quien fue un niño prodigio y es un  brillante científico, quien es capaz de retener una gran cantidad de información. Sin embargo, no es líder de su grupo de amigos, ni en su trabajo, porque  carece de inteligencia emocional para relacionarse con los demás. Por otro lado,  el dicho que hemos escuchado sobre que “la información es poder”    no  se aplica en todos los casos. 

El líder sabe dónde  encontrar la información necesaria para realizar su trabajo, la  usa y logra sus objetivos.  Lo importante no es que el líder  conozca todas las respuestas o soluciones, lo importante es que tenga la capacidad de analizar una situación,   coordinar e inspirar a su equipo  de trabajo a  ser creativos e innovadores para encontrar soluciones y tomar decisiones, siempre   con la información actual y oportuna. El conocimiento y la experiencia son  muy importantes para un líder, pero por sí solo no es suficiente para ser líder.

Mito N° 4 Ser un empresario exitoso  es igual a ser líder.

Hay empresas que llegan a ser muy exitosas y por un tiempo crecen  rápidamente, hasta que se topan con el estilo de liderazgo.  Un “liderazgo” autocrático,   ha detenido el crecimiento  de grandes empresas, o  bien la falta de liderazgo  casi ha extinguido a otras, como le sucedió a una reconocida marca de lentes para sol.
Un caso muy sonado  de una  empresa de consultoría, en la que a  su dueño se le consideraba  un exitoso empresario, la cual  creció   muy rápido en sus primeros años y que inclusive  fue reconocida nacionalmente como ejemplo de emprendimiento por la Secretaría de  Economía de México;  se ha quedado  estancada,  y sus planes de expansión se ha visto truncados, ya que sus  empleados renuncian al poco tiempo de ser  contratados y varios de ellos terminaron demandando a la empresa. La consultoría  llegó a facturar  millones por año. A su dueño se le consideraba un empresario exitoso  y como un experto en su área, sin embargo, su falta de liderazgo ha puesto un tope al crecimiento de su empresa.  Nadie se explica como un hombre inteligente, carismático, con   recurso económicos,  con  relaciones  en los más altos niveles de negocios y del gobierno, pueda ser el mayor obstáculo para el crecimiento de su negocio.

Conclusión: Tenerlo todo para ser un empresario exitoso, no necesariamente te hace un gran líder.

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